El olor del bebé recién nacido hace que las mamás sean agresivas y los papás dóciles

Un nuevo estudio muestra que el olor de la cabeza de un bebé hace que las mujeres se vuelvan agresivas y que los papás lo sean menos. Esta linda agresión es parte del proceso de supervivencia.

Oler ese delicioso «olor a bebé» en la cabeza de un recién nacido resulta tener un propósito muy práctico.

Un compuesto orgánico volátil, hexadecanal (HEX), es el componente principal de esta fragancia. Esta «señal química» hace que las madres sean más agresivas y los padres menos agresivos, según un estudio publicado en Science Advances por investigadores del Centro Nacional Azrieli de Imágenes e Investigaciones Cerebrales del Instituto Weizmann de Ciencia en Israel.

Parece que este lindo efecto de agresión es beneficioso para todo tipo de bebés mamíferos, ya que la madre está preparada para proteger al recién nacido y el padre menos inclinado a actuar agresivamente con su descendencia.

Para probar este fenómeno de «señales químicas sociales específicas del sexo», los científicos, dirigidos por Eva Mishor del grupo de investigación del profesor Noam Sobel, pidieron a 67 hombres y 60 mujeres de entre 21 y 34 años que olieran un aceite mineral. La mitad de ellos recibió aceite al que se le añadió HEX.

Los cientificos del Instituto Weizmann Dra. Eva Mishor y Prof. Noam Sobel El olor del bebé recién nacido hace que las mamás sean agresivas y los papás dóciles
Los científicos del Instituto Weizmann, Dra. Eva Mishor y Prof. Noam Sobel. (Foto cortesía del Instituto Weizmann)

Los resultados del ensayo doble ciego sorprendieron a los investigadores, que esperaban que redujera la agresión en ambos sexos.

En cambio, tuvo efectos marcadamente diferentes en hombres y mujeres, cuantificados en un juego computarizado que evaluó su nivel de agresividad. Tres análisis separados confirmaron sus hallazgos.

Los escáneres cerebrales confirmaron además que, si bien tanto hombres como mujeres perciben HEX como inodoro, desencadena reacciones neurológicas distintas relacionadas con el género, aumentando la actividad en un área del cerebro implicada en la percepción de señales sociales.

“Los bebés no pueden comunicarse a través del lenguaje, por lo que la comunicación química es muy importante para ellos”, explicó Sobel. «Como bebé, te conviene hacer que tu mamá sea más agresiva y reducir la agresividad de tu papá».

Añadió que este estudio es uno de los primeros en proporcionar un vínculo directo entre el comportamiento humano y una sola molécula captada a través del sentido del olfato.

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