Los arqueólogos que excavaron una gruta en el noroeste de Italia descubrieron el entierro de una niña “Neve” de 10.000 años, el hallazgo más antiguo conocido de huesos de recién nacidos, lo que les dio a los investigadores un vistazo a la sociedad mesopotámica y los primeros fósiles humanos.
Los hallazgos, cuyo resumen se publicó en la revista científica Nature Scientific Reports el martes, ocurrieron en la cueva Grotta Arma Veirana en Italia, que estaba siendo explorada por un equipo arqueológico de la Universidad de Colorado (Denver). Los huesos estaban bien conservados, lo que facilitaba a los investigadores la identificación de la edad y el sexo de los restos antiguos.
La niña, apodada «Neve» por los investigadores, tenía entre 40 y 50 días en el momento de su entierro, según el estudio. Neve fue enterrada con 60 cuentas de concha, cuatro colgantes y una garra de búho real adornada en su cadáver, lo que permite vislumbrar las costumbres funerarias de esa época.
«La evolución y el desarrollo de cómo los primeros humanos enterraron a sus muertos como se revela en el registro arqueológico tiene una enorme importancia cultural», dijo el investigador Jamie Hodgkins en un comunicado de prensa.
Hodgkins continuó diciendo que los hallazgos mostraban que los bebés, específicamente las mujeres, se consideraban iguales a los adultos y otras personas en las tradiciones funerarias. La investigación arqueológica sobre hembras es escasa, ya que se supone que muchos restos son de machos, dice Hodgkins, quien argumentó que un entierro como el de Neve es motivo para mirar más críticamente la investigación arqueológica histórica.
“Se trata de aumentar nuestro conocimiento sobre las mujeres, pero también de reconocer que nosotros, como arqueólogos, no podemos comprender el pasado a través de una lente singular”, declaró Hodgkins. «Necesitamos una perspectiva lo más diversa posible porque los seres humanos son complejos».