El dólar cerró en 6,86 bolivianos promedio, lo que implicó una variación de 2,04% respecto al valor de la sesión anterior, cuando cerró en 6,72 bolivianos promedio.
Si consideramos los datos de la última semana, el dólar acumuló un incremento de 1,98%, por lo que en términos interanuales aún tiene un alza de 0,88%.
En comparación con días anteriores, sin poder establecer una tendencia estable en los últimos días. La volatilidad de la última semana supera claramente la volatilidad reflejada en los datos del último año, lo que indica que presenta mayores alteraciones que la tendencia general del valor.
Incertidumbre para el boliviano
El boliviano es la moneda de curso legal en Bolivia desde 1987 y se divide en 100 centavos, anteriormente se utilizaba el peso boliviano, pero fue sustituido. El Banco Central de Bolivia es el organismo encargado de regular la emisión de la moneda.
Hoy circulan monedas de 10, 20 y 50 céntimos, así como de 1, 2 y 5 bolivianos. En 1988, un boliviano equivalía a un dólar estadounidense.
En cuanto a la creación, la moneda boliviana dejó de acuñarse e imprimirse durante la época colonial debido a la falta de interés político, lo que acabaría provocando que las monedas y billetes se crearan en el extranjero debido al bajo coste que suponía. En 2013 se seguían fabricando en países como Reino Unido, Francia y Chile.
En cuanto a la economía, en 2014 Bolivia recurrió a un elevado gasto público y al aumento del crédito interno para mantener su crecimiento, pero estas decisiones provocaron un aumento de la deuda pública y la reducción de las reservas internacionales.
Al igual que en el resto del mundo, la pandemia del coronavirus afectó severamente la economía boliviana, aunque la inflación no fue tan alta como en otras naciones latinoamericanas, ya que cerró 2021 en 0,90 por ciento.
Según las proyecciones realizadas este año por el Banco Mundial, para 2022 Bolivia crecerá sólo 3,7%, sin embargo, el presidente Luis Arce ha desafiado estos pronósticos y ha asegurado que el Producto Interno Bruto (PIB) podría crecer hasta 6%.
Además, el país cerró 2021 con un superávit comercial de 1.471 millones de dólares, el primero en los últimos seis años, donde se registraron saldos anuales negativos. A estas condiciones se suma un aumento del desempleo del 5,2%.
El país también se enfrenta a los esfuerzos mundiales por pasar a las energías limpias, por lo que estas condiciones obligarán a uno de los mayores países exportadores de gas a buscar alternativas.