Beatriz Pinzón Solano se siente destrozada. Ella ha perdido el rumbo. “Te disfrazaste de dama importante y te olvidaste de ser tú misma”, lee en el espejo antes de despojarse de esa elegancia que no le sienta bien. Betty no es Betty. Ella es Betty, la fea, y en esta nueva temporada decide volver a ser la de antes: torpe y torpe en su discurso. Se acepta a sí misma y se hace cargo de su vida adulta, abrazando su supuesta fealdad.
Betty, la fea no es sólo un personaje; es un símbolo y el nombre de la telenovela más exitosa de la historia, según Guinness World Records. Incluso 25 años después de su debut, sigue siendo una de las series más vistas en las plataformas digitales. La nueva historia, compuesta por 10 episodios con gran parte del elenco original, se estrena este viernes en Prime Video. Encuentra a Betty en medio de una crisis de relación, tensiones con su hija adolescente y el desafío de no perder su esencia. La producción promete reavivar el fervor de su audiencia y burlarse de la corrección política a más de dos décadas de su última edición.
Navegando por los estereotipos en los tiempos modernos
Desde su lanzamiento en 1999, Betty, la fea ha sido una sensación: su espíritu innovador capturó la idiosincrasia colombiana y resonó a nivel mundial. La novela se emitió en alrededor de 180 países, fue doblada a 15 idiomas y adaptada en 28 territorios, incluidos India, Sudáfrica y Estados Unidos. Su éxito fue tan profundo que incluso implicó hechos inesperados, como la participación del entonces presidente colombiano Andrés Pastrana, quien solicitó un cambio de guión.
Abordando el potencial malestar de la audiencia con el humor de principios de los 2000, Jorge Enrique Abello y Ana María Orozco enfatizaron que sus personajes, Armando Mendoza y Beatriz Pinzón, conservarán su esencia a pesar de la evolución de las conversaciones sociales. “Si bien hay que ser conscientes de lo que queremos decir, los personajes exponen algo de la sociedad, aunque sea un vicio”, explicó Abello en entrevista con LA NACIÓN. “Queremos resaltar temas de actualidad. Estos personajes, ahora de 50 años, cuestionarán normas estéticas que fueron normalizadas hace 20 años”, revelaron los actores.
Reflexionando sobre el papel de su personaje, Abello señaló: “Hoy en día, los hombres siguen siendo profundamente machistas. Mi hija de 21 años me corrige a menudo porque no era consciente de ello, al estar inmerso en mi educación. Cuando empiezas a darte cuenta de cómo funcionan las cosas , te vuelves más cuidadoso porque podrías hacer algo inapropiado. Hay una discusión importante sobre la mesa”.
Personajes queridos y su evolución
Marcela Valencia (Natalia Ramírez), Patricia Fernández (Lorna Cepeda) y Hugo Lombardi (Julián Arango) estuvieron entre los personajes favoritos del público a pesar del constante acoso hacia Betty. Clips de sus escenas más memorables y frases icónicas se han convertido en éxitos virales entre las nuevas generaciones. En conversaciones con LA NACIÓN, estos actores compartieron su opinión sobre sus personajes.
Lorna Cepeda: “La gente nos quiere porque se identifican y nos entienden. Muchos me escriben porque se sienten abrumados por cosas cotidianas como pagar cuentas, al igual que mi personaje. Mi personaje demuestra que quien pone fachada también “La vida es una montaña rusa. Ninguno de los personajes es del todo malo. Hoy en día, la gente siente más empatía por Patricia que hace 20 años”.
Natalia Ramírez: “Hace veinte años las esposas amaban mi personaje y las novias la odiaban, era muy extraño. Había una dualidad. Nunca vi a Marcela como una villana, ella era una víctima. Tanto Betty como Marcela eran víctimas de Armando, quien explotó a muchas mujeres. Me sorprende que a pesar de su villanía, las mujeres todavía adoren a Armando tanto como lo hacían hace 25 años. ¿Supongo que les gusta el chico malo? (risas).
Julián Arango: “Mi personaje, Hugo Lombardi, hace divertida la crueldad. Algunas personas pueden decir cosas ofensivas de una manera que resulta divertida. Hugo sabe insultar con gracia. Si Marcela dijera las mismas cosas, la gente la odiaría” (risas).
La eterna cuestión de la “fealdad”
Natalia Ramírez remarcó que el abordaje de la “fealdad” sigue siendo el mismo, destacando que este tema sigue vigente en la actualidad. “Esto es ficción, pero refleja la realidad. El hecho de que la gente no llame públicamente a alguien feo no significa que no lo piensen. Hay un doble estándar. Los estándares de belleza siguen siendo los mismos; los jóvenes pueden ser más conscientes, pero las demandas persisten.”
Ana María Orozco agregó: “En cierto modo, hemos retrocedido. Lo veo en la generación más joven, con las redes sociales, TikTok y la obsesión por la imagen. Las jóvenes quieren someterse a cirugías y procedimientos cosméticos. El conflicto central ha desaparecido”. “No ha cambiado. Hay un miedo profundo al rechazo y a no gustar que todavía está muy presente en la sociedad. Siempre estamos examinando los cuerpos. A pesar de más conversaciones sobre estereotipos, la belleza y la juventud siguen siendo muy valoradas”.
Mauricio Cruz, director de la nueva serie Betty, la fea, compartió su entusiasmo por liderar un proyecto de tal alcance internacional a dos décadas de su lanzamiento original. “La historia de Betty trata sobre una mujer que supera obstáculos, más allá de ser fea o bonita. Betty resonó en mujeres de todo el mundo, sin importar su belleza o estatus económico. Muchos personajes, tanto hombres como mujeres, exhiben rasgos machistas. En esta nueva edición, Armando, el coprotagonista, experimenta una nueva masculinidad. El ex imbécil ahora se da cuenta de su comportamiento inadecuado. Esto será divertido porque refleja la vida real”.
El elenco recupera el encanto y la energía únicos que hicieron de la serie original un éxito. “Hay una energía vibrante y natural entre este grupo de comediantes. La magia ha vuelto”, se entusiasmaron.
Con su regreso, Betty, la fea pretende cautivar una vez más al público, demostrando que sus temas centrales siguen siendo tan relevantes hoy como lo eran hace 25 años.