El Documento Nacional de Identidad (DNI) para perros y gatos entra en vigor hoy miércoles 5 de enero gracias a la Ley de Protección y Derechos de los animales. Los animales de compañía se considerarán miembros de la familia. Oficialmente ya no serán bienes materiales, cosas, sino “seres vivos dotados de sensibilidad”.
El origen de la ley aprobada hoy está en una iniciativa legislativa popular impulsada en 2015 por el Observatorio de Justicia y Defensa Animal. Aquí se recogieron más de 500.000 firmas para que los animales dejaran de ser cosas del Código Civil.
¿Qué es el DNI animal?
La medida donde fue publicada el 15 de diciembre en el BOE tras la reforma legal del Código Civil, la Ley Hipotecaria y la Ley de Enjuiciamiento Civil.
La Ley señala la obligación de “el registro de cualquier animal de compañía que, de acuerdo con lo dispuesto en esta ley o con las disposiciones reglamentarias de las comunidades autónomas y ciudades de Ceuta y Melilla, disponga de algún sistema de identificación”.
Aún no se sabe con certeza cómo se debe hacer, ni si será digital o físico. Pero tendrán que aparecer datos como el nombre, el calendario de vacunación, los tratamientos a los que se ha sometido y la información del dueño del animal. Es una herramienta a la que pueden acceder las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y que complementará el ya obligatorio microchip.
¿Para qué sirve?
El objetivo es crear un registro de animales de compañía para tenerlos identificados, asegurar que se respeten sus derechos y evitar el abandono. Como se especifica en la nueva regla, a partir de ahora se pueden monitorear las acciones penalizadas. Por ejemplo, que los animales no pueden ser embargados o hipotecados, abandonados, no pueden causarles sufrimiento ni dolor, ni pueden utilizarse como herramienta en la violencia de género.
¿Qué más dice la nueva ley?
En caso de divorcio o separación, los jueces determinarán el futuro de los animales. Estas medidas pueden ser modificadas en el futuro si se alteran las circunstancias acordadas. El juez determinará si los animales serán cuidados por uno o ambos cónyuges además de la distribución del cuidado del animal.
Se podrá disponer de ellos por testamento. Si el dueño del animal fallece, en caso de que no haya ninguna especificación en el testamento, se entregarán a los herederos que los reclamen. Mientras los trámites se llevan a cabo, si no es posible entregar al animal de inmediato, se llevará a un centro administrativo con esta función.